Piensa que el motor y todos los conductos de entrada y salida de aire han sido diseñados con unos diámetro y caudales específicos para que la mezcla y combustión sea los más eficiente posible, y mientras se mantengan limpios el motor desarrollará toda su potencia, prestaciones y funcionamiento óptimo.

Cuando la carbonilla comienza a depositarse por todos los elementos que componen la admisión y el escape, tales como codos, EGR, FAP, turbo, catalizador…, es cuando empiezan los problemas como pérdida progresiva de prestaciones y potencia del motor, aumento del consumo, empiezan a aparecer periódicamente averías costosas, ITV rechazada por emisión de gases o luz de fallo motor en el cuadro de mandos.

Hacer una descarbonización es el mejor mantenimiento preventivo que puedes hacer para evitar que te sucedan estos problemas.

Siempre recomendamos descarbonizaciones periódicas cada 20-25 mil kilómetros en vehículos de gasoil. Incluso reducir esta periodicidad si se hace mucha ciudad.
Debes añadir la descarbonización a tu plan de mantenimiento habitual del coche, al igual que las revisiones, cambios de aceite y filtros de mantenimiento rutinario que marca el fabricante.